Las tortugas es una mascota habitual en muchas casas, ya que son tranquilas, bonitas (especialmente cuando son crías) y no sueltan pelo. Pero las tortugas pueden vivir mucho tiempo (entre 50 y 100 años).
Si adquieres una como mascota, prepárate para cuidarla toda la vida y considera que tu tortuga podría incluso sobrevivirte.
Las tortugas son animales fascinantes que, con los cuidados adecuados, suelen sobrevivir a sus dueños. De hecho, algunos de los animales más antiguos del planeta son tortugas. Pero las tortugas no viven mucho tiempo si no reciben los cuidados adecuados.
Mucha gente adquiere tortugas sin comprender plenamente sus necesidades de cuidado y, sin saberlo, acortan su vida útil. Si tienes una nueva tortuga o estás pensando en adquirir una, ¡aquí tienes lo que debes saber!
Comportamiento y temperamento
La mayoría de las tortugas son dóciles y tienden a ser tímidas, a menos que se coloquen dos machos en un mismo espacio. No te lo recomendamos; dos tortugas macho pueden volverse agresivas entre sí e incluso atacarse, lo que a veces provoca lesiones graves.
La mayoría de las tortugas son demasiado grandes para manipularlas cuando son adultas, y es aconsejable no manipularlas en gran medida cuando son más pequeñas. Esto puede provocar el estrés de la tortuga, que a menudo conduce a la enfermedad si la situación estresante es continua.
El mayor inconveniente de una tortuga como mascota para la mayoría de la gente es su larga vida. Las tortugas más grandes, como la sulcata, pueden vivir hasta 80 años, por lo que tendrás que tener un plan para el cuidado de una tortuga mascota en tu (y su) vejez.
La tortuga dentro de tu casa
Muchas especies de tortugas son bastante grandes y necesitan un recinto de tamaño decente, preferiblemente al aire libre. Debido a estas condiciones, las tortugas de compañía son más adecuadas para zonas con climas más suaves.
Dependiendo de las temperaturas del lugar de origen de la tortuga y de la zona en la que se viva, puede ser necesario llevar a las tortugas dentro de casa durante la noche o cuando el tiempo sea más frío, y con las tortugas más grandes, proporcionarles un lugar dentro de casa puede ser mucho más complicado.
Algunas especies también necesitan hibernar, lo que puede ser muy estresante para la tortuga y requiere condiciones ambientales concretas.
Cuando construyas un corral exterior, debes asegurarte de que es fuerte y de que entierra las vallas si tienes una tortuga de madriguera como mascota. Las tortugas son bastante fuertes, sobre todo las más grandes, y los recintos endebles no las sostendrán durante mucho tiempo.
Algunas tortugas también trepan sorprendentemente bien, por lo que pueden requerir un recinto con techo. También es muy importante asegurarte de que el recinto mantiene alejados a los depredadores (incluidos los perros).
Fíjate de que no hay peligros en el recinto, incluidas plantas venenosas. Proporciona sólo agua poco profunda, sin objetos punzantes y sin objetos pequeños no comestibles que puedan ser ingeridos accidentalmente.
Además, para algunas tortugas, tratar de subir escalones u otros obstáculos puede hacer que se vuelquen sobre su espalda, algo que debe evitarse. La mayoría de las tortugas de compañía también necesitarán algún tipo de refugio al aire libre, como una casa para perros (algunas personas suelen calentarlas).
¿Son las tortugas buenas mascotas?
Las tortugas son buenas mascotas… ¡Si sabes dónde te estás metiendo!
Una vez que se sienten seguras y cómodas contigo, tu tortuga puede acercarse a ti para pedirte comida o arañarte (sí, ¡Sienten el tacto en su caparazón!).
Sin embargo, son solitarias por naturaleza y no suelen desear la compañía de las personas o de otras tortugas, así que no espere una mascota especialmente cariñosa.
Es probable que veas a tu tortuga fuera de casa durante el día, especialmente cuando hace calor y sol.
Las tortugas no necesitan muchos cuidados diarios, aparte de agua fresca y comida. Es probable que pases más tiempo equilibrando la dieta de tu tortuga para satisfacer sus necesidades nutricionales y sus preferencias alimentarias que proporcionándole cuidados directos.
Dependiendo de la configuración de su caja, puede necesitar limpieza diaria. Si tu tortuga tiene un gran recinto al aire libre, es poco probable que necesites limpiarlo a diario.
Alimentación y agua de las tortugas como mascotas
Las tortugas pueden ser mascotas interesantes, aunque pueden presentar algunos retos debido a su tamaño y a sus hábitos alimenticios.
Las dietas varían en función de la especie, pero todas las tortugas como mascota, necesitan una gran variedad de alimentos, prestando especial atención a la cantidad de fibra y al equilibrio entre calcio y fósforo.
Algunas especies tienen un apetito voraz y también necesitan una gran cantidad de comida. Antes de adquirir una tortuga como mascota, hay que tener en cuenta el tiempo de preparación diaria de la comida y los costes asociados a la cantidad de alimento que ingiere.
Cómo elegir una tortuga como mascota
Lo mejor, como con cualquier reptil, es conseguir una tortuga criada en cautividad si es posible.
Esto no es fácil dependiendo de algunas epecies, puesto que las condiciones de captura y transporte pueden ser terribles y dan lugar a animales estresados que son más propensos a enfermedades.
También es posible, en algunas zonas, encontrar tortugas de compañía rescatadas; muchas de ellas proceden de propietarios que decidieron que no podían hacer frente a la cantidad de mantenimiento y cuidados que requiere una tortuga.
Cualquier tortuga mascota que sea nueva en su hogar debe ser revisada en busca de parásitos y puesta en cuarentena durante un tiempo para asegurarse de que está sana, especialmente si hay otras tortugas presentes.
Algunas especies pueden ser agresivas con otras tortugas, y si una pareja de machos se mantiene en un recinto demasiado pequeño, pueden producirse peleas. Esto podría provocar lesiones potencialmente graves alrededor de los ojos y en las patas.
Es fundamental elegir la especie de tortuga adecuada para usted en función de sus necesidades de alojamiento, entorno y alimentación. Las diferentes especies tienen tamaños adultos, necesidades de temperatura y luz, dietas, y algunas necesitan hibernar mientras que otras no.
Asegúrese de investigar cada especie de tortuga que esté considerando antes de adquirir su nueva mascota. Las tortugas de compañía más comunes son la rusa, la de patas rojas (y las variedades de cabeza de cereza), la sulcata, la griega y la radiada, pero también hay muchas otras.
Problemas de salud habituales
Enfermedades respiratorias
Como la mayoría de los reptiles, las tortugas son propensas a las infecciones respiratorias. Las tortugas de compañía criadas en la naturaleza son más propensas a sufrir infecciones respiratorias, que son consecuencia de las condiciones insalubres.
Al igual que las tortugas acuáticas, una tortuga con una infección respiratoria parecerá aletargada, perderá peso y puede mostrar un exceso de mucosidad alrededor de la boca y los conductos nasales. Los primeros signos de una infección respiratoria incluyen sibilancias y que la tortuga rechace la comida.
Las infecciones respiratorias suelen tratarse con antibióticos que se administran por vía inyectable, pero para ello es necesario el diagnóstico de un veterinario de reptiles cualificado. Mientras su tortuga esté en tratamiento por una infección respiratoria, debe mantenerse caliente.
Enfermedad ósea metabólica
Las tortugas también son susceptibles de padecer la enfermedad ósea metabólica (EOM), que es el resultado de una dieta que no tiene suficiente calcio. Como muchos reptiles, las tortugas necesitan estar expuestas a la radiación ultravioleta A y B (UVA/B) para poder absorber el calcio.
Las tortugas en la naturaleza suelen tomar el sol durante la mayor parte de sus horas de vigilia para obtener este nivel de exposición UVA/B.
Si una tortuga no recibe suficiente calcio, su caparazón mostrará los primeros signos. Si se trata de una tortuga joven, el caparazón puede no crecer a un ritmo suficientemente rápido. Las tortugas mayores pueden desarrollar huesos débiles en las patas y tener dificultades para caminar, o incluso sufrir fracturas óseas.
La EOM es tratable, pero cuanto más tiempo persista, menos posibilidades de recuperación tendrá la tortuga. Consulta a un veterinario cualificado, que probablemente te aconsejará una dieta rica en calcio y una mayor exposición a la luz solar o a los rayos UVA/B.
¿Cómo puedo cuidar a mi tortuga?
Alimentación
A diario, debes ofrecer a su tortuga verduras frescas y alimentarla con una correcta dieta. Tu tortuga también apreciará las frutas y las malas hierbas, como los dientes de león y los tréboles. Sólo asegúrete de que todo lo que recojas esté libre de pesticidas y lávalo bien.
Las frutas pueden ofrecerse una o dos veces por semana, no obstante no hay que darlas en exceso. Otros alimentos que pueden ofrecerse como golosinas son el heno de alfalfa y la suplementación de calcio puede conseguirse con calcio en polvo, hueso de sepia o bloques de calcio.
Si tienes una tortuga omnívora, como las tortugas de patas rojas, las proteínas deben ofrecerse moderadamente. Quizás una vez a la semana.
Es poco probable que a tu tortuga le gusta que la lleven de un lado a otro, por lo que sólo debe hacerse cuando sea necesario.
Cuidados del caparazón
El aspecto más importante del cuidado del caparazón es proporcionar el calcio adecuado en la dieta. Sin embargo, los caparazones son parte del sistema esquelético de tu tortuga, por lo que es importante comprobar si hay grietas y otras lesiones.
Cualquier daño en el caparazón debe ser evaluado por un veterinario.
Baño
Tu tortuga sólo necesitará un baño en ocasiones o cuando esté especialmente sucia. El baño ayudará a mantener la salud y la higiene, además de mejorar la hidratación. Un baño caliente también puede ayudar a una tortuga estreñida.
Brumación
La brumación es una forma de letargo que no es exactamente hibernación, sino un período de torpor.
No todas las tortugas experimentan la brumación, así que comprueba las necesidades de la especie de su tortuga. Durante la brumación, los niveles de actividad y el metabolismo disminuyen significativamente, sin embargo tu tortuga puede ser estimulada para salir a tomar el sol y tal vez con algo de alimento durante los días más cálidos.
Cuidado del recinto
El lugar donde estará tu tortuga debe mantenerse limpio y desinfectarse periódicamente.
El sustrato absorbente o de buen drenaje debe cambiarse cuando sea necesario y los recintos interiores deben limpiarse rutinariamente para evitar la acumulación de bacterias y residuos.
¿Cuánto cuesta tener una tortuga como mascota?
La compra inicial de una tortuga le costará fácilmente entre 100 y 200 dólares por la tortuga y los suministros, como el tanque y la comida. Sin embargo, eso es si usted está comprando una tortuga en el extremo inferior del espectro de costos. Algunas tortugas pueden costar fácilmente 1500€ sólo para la tortuga. Sus gastos también van a variar dependiendo del tamaño de la tortuga en sí.
Es probable que compre una tortuga de tamaño pequeño, por lo que su coste inicial puede ser bajo. Sin embargo, las tortugas que se hacen grandes requerirán recintos grandes con mucho espacio abierto e iluminación cálida, ya sea artificial o natural.
No olvides que tendrás que comprar comida comercial para tortugas, suplementos de calcio y muchas frutas y verduras frescas para tu tortuga.
Puede ser difícil encontrar un veterinario que atienda a las tortugas, así que es una buena idea consultar a los veterinarios de tu zona antes de comprar una tortuga. Una de las ventajas de las tortugas es que no requieren visitas rutinarias al veterinario como muchas otras mascotas.
Sin embargo, esto significa que cuando lleves a tu tortuga al veterinario, es probable que sea porque está enferma o herida, lo que puede costarte fácilmente entre 100 y 1.000 € o más.
¿Cómo puedo saber si mi tortuga está enferma?
Enfermedades respiratorias
Las tortugas contraen fácilmente enfermedades respiratorias, como la neumonía.
Si notas que moquea por la nariz, respiración dificultosa, párpados hinchados, o bajo apetito o nivel de actividad, entonces tu tortuga debe ser evaluada por un veterinario tan pronto como sea posible. Las enfermedades respiratorias pueden empeorar rápidamente.
Deshidratación
Las tortugas a las que no se les ofrece agua limpia o que no consumen alimentos con agua se deshidratan rápidamente.
El principal síntoma de deshidratación es el hundimiento de los ojos, pero también puedes notar una disminución en la producción de residuos. La deshidratación leve puede provocar estreñimiento, pero la deshidratación grave puede provocar cosas como problemas renales y la muerte.
Desnutrición
Si tu tortuga comienza a parecer hinchada o inflamada o nota heces pastosas o líquidas, entonces puede estar desnutrida.
Si crees que tu tortuga puede estar desnutrida, entonces debe ser evaluada por un veterinario. Tendrás que dar al veterinario información detallada sobre la dieta de tu tortuga para que puedan ayudarle a hacer ajustes y descartar las enfermedades que causan la mala absorción de nutrientes.
Enfermedad del caparazón
La desnutrición, la falta de luz solar, o una mala proporción de calcio: fósforo pueden conducir a la suavidad de la concha y el daño. Incluso puede provocar que el caparazón se malforme y se deforme.
Si no estás seguro de la causa de los problemas del caparazón, habla con su veterinario.
Parásitos
Las tortugas que salen al exterior corren el riesgo de contraer parásitos.
La pérdida de peso, las heces inusuales y la evidencia de malestar abdominal pueden indicar la presencia de parásitos. Existen tratamientos antiparasitarios de venta libre, pero es una buena idea que tu veterinario evalúe a su tortuga para identificar el parásito y el tratamiento adecuado.
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¡Hola! Mi nombre es Carla y soy fundadora de MiTortuga.net
Me encanta escribir, especialmente, sobre estos maravillosos reptiles. Además, esto me ayuda a complementar mis estudios de Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid.
Como supondrás, me encantan los animales. Siempre me han gustado. Esta página es mi pequeño aporte al mundo de la biología, y en especial a las tortugas.