Un lugar ideal para tener a las tortugas terrestres es el jardín porque allí, aunque es un espacio cerrado, encontrarán un entorno similar al de su hábitat natural.
El detalle está en que en este entorno existen una serie de posibles peligros que las podrían afectar y que no suelen estar en su espacio normal. Aquí se incluyen artefactos, otras mascotas, el propio tránsito humano, entre otros.
Vamos a ver y detallar cada uno de ellos para que reconozcas los posibles peligros y seas capaz de crear un lugar ideal para que tu tortuga te acompañe sana por muchos años.
¿Te vienes?
1. El contacto con otros animales es un peligro en el jardín para las tortugas
Cuando recién llega una tortuga a un jardín que ya está ocupado por otra mascota, es importante vigilar el comportamiento de ambos ante el contacto. Por ejemplo, los perros son curiosos por naturaleza y juguetones y puede que a las tortugas esa emoción les perturbe, les genere nervios y provoque que se escondan.
Ante esta realidad es necesario asegurar un proceso paulatino de conocimiento para que se acostumbren a la nueva compañía. En caso contrario, podría ocurrir que el perro volteé a la tortuga para olerla y eso le genera sufrimiento al pequeño reptil.
2. Uso de artefactos
Es común que en el jardín se aprovechen artefactos que ayudan a tenerlo en orden y limpio, así como aquellos que se usan para diversión. Es importante que las tortugas no puedan estar en contacto con cables, cosas calientes, fuentes de agua que sean profundas (como las piscinas), entre otros.
Cuando llega una tortuga terrestre a casa y se va a dejar en el jardín hay que limpiarlo de todo elemento que le pudiese llegar a afectar. En caso que eso no se pueda hacer, lo ideal es tenerla en el terrario y sacarla a diario al jardín en el tiempo en que se le pueda ofrecer vigilancia constante.
Además, hay que tener precaución a la hora de cortar el césped y podar las plantas para evitar que las herramientas le causen daños.
3. Exposición al sol descontrolada es otro peligro en el jardín para las tortugas
Las tortugas necesitan de sol a diario para estar sanas, pero eso no implica que deban estar expuestas todo el día a él porque les puede causar deshidratación u otro malestar. Por eso hay que prepararle un espacio con sombra en el que pueda refugiarse en las horas de mayor sol y calor.
El espacio debe estar ubicado en una zona de fácil acceso para la tortuga y donde disponga de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades primarias: agua y alimento.
4. El cambio de estaciones
Así como nosotros necesitamos protección ante la llegada del invierno, las tortugas que viven en el jardín también lo necesitan. Algunas tortugas son capaces de hibernar y apenas tener interacción durante esos días, pero hay que realizar los ajustes según la especie y las necesidades particulares de cada una.
Separa tus tortugas del resto del jardín
Si las tortugas corren peligro por condiciones que tiene el jardín y que no se pueden modificar con facilidad, por ejemplo cuando hay una piscina, lo mejor es aislarlas.
Esto quiere decir crearles un espacio separado por alguna estructura que evite que se acerque a los elementos que les son potencialmente peligrosos.
Las tortugas de tierra disfrutarán mucho estar en el jardín y eso les asegurará mejor humor, lo que incidirá directamente en su salud. Por eso es provechoso que en los hogares donde sea posible cumplir con este requisito se haga sin dudarlo.
Eso sí, cuidando siempre que se respeten las medidas de seguridad mínimas para que estén protegidas de todo riesgo que pueda acabar con su vida.
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Mi nombre es Mauricio, soy freelance y escritor profesional. He empezado a colaborar con MiTortuga.net hace poco y estoy encantado de poder escribir artículos de calidad sobre tortugas.
En especial, me gusta consultar literatura relacionada con la biología de estos seres y poder ofrecer información de calidad en cuanto a sus cuidados, crecimiento, reproducción, hábitat y desarrollo.