Cómo Saber si mi Tortuga Tiene Hongos: Lo que Debes Tener en Cuenta

Los hongos son problemas de salud frecuentes en las tortugas, sobre todo en las de agua por el constante contacto con la humedad. Suelen aparecer sobre el caparazón y existen características que permiten detectar si tienen alguna enfermedad de esta naturaleza.

En caso de que así sea, será necesario asistir al veterinario para una consulta especializada y que determine el mejor tratamiento. De cualquier manera, aquí te daremos algunas directrices para que sepas qué hacer en estos casos. Vamos a verlo.

¿Qué síntomas presentan las tortugas que tienen hongos?

Los hongos en las tortugas son posibles de detectar porque afectan la superficie lisa del caparazón, mostrando una serie de pelillos que la recubren. Estos pelillos son de color blanco o de algún color que parezca extraño.

En algunos casos se pueden notar sobre el caparazón algunas partes de algas que son verdes y esto puede generar confusión. Si son verdes, no son hongos. Cuando el hongo está un poco más avanzado es posible que cree una serie de manchas o también pústulas que pueden segregar sustancias.

Las manchas se suelen observar de color blanco o gris y es posible que incluso se vean en las zonas con carne: cabeza y extremidades. Además, la tortuga puede verse enferma, ya que su caparazón es parte de su organismo y todo lo que le suceda le genera dolor y malestar.

¿Por qué le aparecen hongos a mi tortuga?

Las razones principales que llevan a que una tortuga sufra de hongos son las siguientes:

Mala limpieza del acuario: es una situación más o menos frecuente y no siempre se debe a desinterés. En ocasiones, la falta de tiempo en el día lleva a que el agua en que nadan las tortugas pase más tiempo del recomendable sin cambiarse. También es posible que los productos de limpieza utilizados no sean los más convenientes. O, si tiene filtros, estos no estén ejecutando el trabajo como es debido.
Cuando existen bacterias: las bacterias están presentes en el medio ambiente y pueden existir también en medios acuáticos. Saber si están presentes o no resulta una tarea complicada, así que lo mejor es utilizar agua potable de buena calidad.
Mala alimentación: las tortugas que se encuentran débiles son más propensas a enfermarse, tanto por hongos como por cualquier otro tipo de agente. Es importante verificar cuál es la alimentación correcta según la especie y complementar con suplementos en caso de que haga falta.
No disponer de un lugar seco en el cual tomar sol: las tortugas de agua desarrollan su vida la mayor parte del tiempo bajo el agua, pero necesitan de luz solar de la cual recibir los rayos UBA y UBV para que el caparazón se endurezca y puedan ser capaces de desarrollar una vida sana. En caso de no tenerla, su caparazón estará débil.
Temperatura desequilibrada del agua: la temperatura óptima del agua es importante para que las tortugas estén cómodas y también para que no se desarrollen agentes malos. Solo debe estar fría en la época invernal si la tortuga va a hibernar y este cambio debe ser progresivo. El resto del año, debe estar alrededor de los 25 a 28 grados centígrados.
Contagios: sucede cuando se tiene otra tortuga que está infectada con un hongo y se introduce en el mismo acuario que una tortuga sana. Esto es común al comprar nuevos ejemplares y no tener plena seguridad de su estado de salud.
Cuando hay poca ventilación: si el acuario no dispone de buena ventilación y la humedad se concentra es posible que se produzcan hongos en el entorno que terminen por afectar, tarde o temprano, a las tortugas. Hay que estar atentos a revisar con cierta frecuencia todas las partes del acuario para asegurar que estén limpias.

¿Cómo eliminar los hongos de las tortugas?

Lo más importante a la hora de eliminar los hongos en las tortugas es contar con el diagnóstico y el tratamiento correcto, por lo que la visita al veterinario debe ser un paso obligatorio. Esto es más importante aún si los daños del hongo están avanzados, ya que no se contará con el conocimiento correcto para tratarlo.

Mantener la zona de aparición del hongo limpia evitará que el mismo se expanda al resto del caparazón y del cuerpo, en caso de que ya no lo haya hecho. En sus primeras fases será posible removerlo con ayuda de un cepillo de cerdas suaves, frotando la superficie del caparazón para eliminarlo.

Antes de hacer esto es importante que el caparazón esté bien seco y se mantenga así por unas dos o tres horas todos los días. La buena noticia es que al estar secas y, mejor aún, si se hace bajo el sol, esto combate los hongos porque no tendrán tanta humedad en donde expandirse.

Es un procedimiento que hay que ejecutar a diario porque las esporas del hongo están por ahí y se expanden con rapidez. Es importante también cambiar toda el agua del acuario y limpiarlo a fondo.

Por otro lado, se puede aplicar betadine en las lesiones que se noten con algodón o algún trozo de tela para que las mismas vayan sanando. Algunos criadores de tortugas también recomiendan darles baños de 15 a 30 minutos con agua tibia mezclada con sal de acuario.

La cantidad de agua debe ser suficiente para llegarle al caparazón, pero no que le cubra la cabeza. Una tortuga que vive en las condiciones idóneas no desarrollará enfermedades. Esto incluye tanto el entorno como los cuidados referentes a la alimentación y al sol.

Si aparecen, porque todos los seres vivos están propensos a sufrir de enfermedades, la acción rápida reducirá las posibilidades de que el problema avance a mayores. Y, una vez más, es importante que se atiendan con un veterinario porque un hongo que penetra en la superficie del caparazón puede generar un agujero.

Esto dejará sus partes internas desprotegidas, sus órganos, lo que puede llevarlas a un problema mayor, incluso la muerte. Lo mejor es que los hongos atendidos a tiempo desaparecerán en poco tiempo y sin necesidad de que haya que someterlas a tratamientos muy complicados.